Mecánica cuántica
La mecánica cuántica viene a cubrir las lagunas que habían dejado la ley de gravitación universal y la teoría electromagnética clásica.
A finales del siglo XX, Max Planck exponía la hipótesis de que la radiación electromagnética era absorbida y emitida por la materia en forma de “cuantos” de energía, siguiendo un patrón o constante. Pero esta aportación sólo tomaría relevancia cuando, unos años más tarde, Albert Einstein la retomara para proponer que la luz, en ciertas circunstancias, se comporta como partículas de energía independientes (los cuantos de luz o fotones).
Fue Albert Einstein quien completó en 1905 su teoría de la relatividad, demostrando que el electromagnetismo era una teoría esencialmente no mecánica y culminaba lo que se denomina física clásica (cuyo principal exponente es Newton).
Otras aportaciones importantes a esta nueva rama fueron las de Louis De Broglie, que propuso que cada partícula material tiene una longitud de onda asociada inversamente proporcional a su masa (momentum), o las de Erwin Schrödinger que formuló una ecuación de movimiento para las “ondas de materia”.
La mecánica cuántica viene a descubrir que los paradigmas físicos convencionales eran “erróneos” y que el mundo atómico no se comporta como se esperaba.
Es curioso que a pesar de introducir en el mundo físico el concepto de incertidumbre (Werner Heisenberg), por tanto de probabilidad, y de cuantización, la mecánica cuántica es la teoría científica que ha proporcionado las predicciones experimentales más exactas hasta el momento.
Los sistemas informáticos y de comunicación del futuro estarán basados en los aspectos más misteriosos y abstractos de la física cuántica, porque sus principios nos permiten transmitir y procesar información de una manera más segura y eficaz.
Los átomos, los electrones o los fotones experimentan fenómenos que hoy por hoy consideramos verdaderamente extraordinarios:
1.- Estas partículas aparentan pasar por dos agujeros a la vez,
2.- desaparecen de un sitio y aparecen en otro,
3.- atraviesan paredes, y
4.- poseen una cierta forma de comunicarse telepáticamente.
Pero lo que es realmente impactante es que la nueva forma de pensar la ciencia permite explicar algunos principios o creencias milenarias sobre el funcionamiento del mundo de la materialización.
Experiencia cuántica y conciencia
En el mundo subatómico, no podemos conocer con absoluta precisión el momento y la posición de la partícula; podemos conocer ambas cosas aproximadamente, pero, y esto es lo más increíble, cuanto más sepamos de una menos sabremos de la otra.
Por ejemplo se ha descubierto que todo intento de observar un electrón lo altera, es decir no podemos observar algo sin afectarlo, ya que parece que nuestra forma de pensar condiciona lo observado.
Si como dice Heisenberg, “Lo que observamos no es la naturaleza en si, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación”, podemos estar más o menos de acuerdo con él cuando de nuevo manifiesta, “Si la nueva física nos ha conducido a alguna parte, ha sido al encuentro con nosotros mismos. Al único lugar, desde luego, al que podemos ir”.
El mundo científico conduce al ser humano hacia el encuentro consigo mismo, a una búsqueda interior e interpretación de su propia existencia.
De alguna forma, la mecánica cuántica nos conduce a la posibilidad de que nuestra realidad sea la que nosotros decidamos crear, ya que nos está advirtiendo que no es posible observar la realidad sin cambiarla, ya que no podemos eliminarnos del conjunto del cuadro general. Somos parte de la naturaleza y cuando estudiamos la naturaleza no podemos eludir el hecho que es la naturaleza la que se está estudiando a sí misma.
Formamos parte de un todo y cualquier acción que hagamos afecta a ese todo. De igual forma, nuestros órganos no son independientes, forman parte del todo llamado cuerpo y se ven afectados por cada evento que se produce en su interior y en su exterior.
El mundo físico, nuestros cuerpos, …, son una reacción del observador. Creamos el cuerpo según la experiencia de nuestro mundo. Mente y cuerpo son inseparablemente uno.
La bioquímica del cuerpo es un producto de la conciencia: creencias, pensamientos y emociones crean las reacciones químicas que sostienen la vida de cada célula. Y así, una célula vieja es el producto final de la conciencia que ha olvidado renovarse.
Los impulsos de tu conciencia crean tu cuerpo de formas nuevas a cada segundo, modificando el trenzado del ADN. Así lo que eres es la suma total de estos impulsos, y si cambias tus esquemas cambias tú.
Energía cuántica
La situación invita a ideas innovadoras y hay muchas nuevas ideas, con un denominador común:
Extraer energía de verdad del espacio cuántico, o, dicho de otra forma, generar energía eléctrica utilizando la energía del “vacuum” o el vacío del mundo subatómico (a no confundir con la energía del “punto cero”, que es otro fenómeno electromagnético).
Gracias a la oposición obstinada del complejo (o grupo de interés) petro-dolar no se ha llegado a una utilización generalizada en el mercado. Es necesario entender que se necesitan entre 5 a 20 años para pasar de la realización teórica de generación de energía a su comercialización.
El problema actual es comparable a la diferencia entre los motores a vapor y los motores diésel. La eficiencia térmica de un motor de vapor estaba en 17% . La eficiencia térmica de la combustión en motores diésel es cerca del doble, pero para su puesta en práctica implicaba mejoras importantes en la solidez de los motores. Y eso se ha realizando, en los últimos 100 años.
Hoy por hoy, con motores cuánticos electromagnéticos vemos picos de electricidad que hacen fácilmente 10 veces lo que vemos en la generación eléctrica tradicional, y en consecuencia, los materiales tradicionales que tenemos no son los apropiados. El cobre de los transformadores se funde, los imanes se descomponen, … Muchos sistemas de energía cuántica liberan fuerzas que son difíciles de controlar y de traducir de manera segura en energía utilizable. Dicho de otra forma, estamos ante toda una carrera en calidad de los materiales. Todo esto antes de poder vender productos que nos permitan disfrutar de esta nueva tecnología.
Estamos en el inicio de un cambio mayor. Grandes empresas de construcción de motores se verán obligados de volver a la mesa de experimentación para concebir materiales adecuados para esta nueva tecnología.
Cada año más jóvenes científicos rechazan poco a poco el adoctrinamiento general (la termodinámica “prohíbe” la extracción y el uso de la energía del vacío), aunque ciertamente estamos en una situación de confrontación y de frustración.
Aún así el espíritu de superación siempre aparece con las limitaciones, y otra revolución (esta vez cuántica) está llamando a la puerta.
Por otra parte algunos científicos han descubierto que los modelos teóricos actuales (de las escuelas oficiales) limitan el potencial de la energía eléctrica para producir trabajo a menos de un diez por ciento de sus posibilidades reales.
¿Qué efecto provoca esto en el resto de la comunidad científica?