Energía Nuclear sin Residuos Radiactivos para el sector industrial que utilice Energía Térmica.
Nueva forma de producción de Energía: fusionando átomos a temperatura ambiente.
Fuente de energía térmica, ilimitada y No contaminante
Las Primeras Pruebas que permitieron ver el camino se inició con el descubrimiento de generar energía nuclear a temperatura ambiente con equipamiento de bajo coste y con un recipiente lleno de agua pesada – formada por dos átomos del isótopo del hidrógeno llamado deuterio y uno de oxígeno-, un fragmento de paladio y corriente eléctrica. De esta forma detectaron un anómalo aumento de temperatura debido a unos cambios isotópicos en el combustible.
En 1989 se teoriza que los electrones que cubren el fragmento de paladio se combinan con el hidrógeno del agua pesada, enriquecida con litio, para formar neutrones ultralentos. Estos serán absorbidos por los núcleos de ese litio, elemento que a su vez se desintegraba rápidamente para crear berilio y helio. En los experimentos, el proceso generaba una radiación que absorbía la capa de electrones y reemitía en forma de calor. Esta reacción hipotética fue bautizada en 2006 como LENR.
Un estudio de 2012, demuestra que las tormentas generan flujos de neutrones como los procesos de fusión nuclear, pero sin necesidad de altas temperaturas.
Un dispositivo que funciona gracias a reacciones nucleares de baja energía, llamadas en inglés LENR-CANR (Low Energy Nuclear Reactions – Chemically Assisted Nuclear Reactions: ‘reacciones nucleares de baja energía y reacciones nucleares asistidas químicamente’), que trasformarían en calor la energía de fusión nuclear contenida en el hidrógeno gaseoso y en el níquel (en forma de polvo nanomérico), los principales combustibles nucleares del reactor. El mecanismo de producción de la energía está relacionado con fenómenos de fusión nuclear fría de los dos elementos, que estaría sufragado por la producción terminal de cobre, pues es un producto de transmutación del elemento níquel.
Enero 2019, se inicia la comercialización. Una vez estabilizado y optimizado el dispositivo reactor de fusión fría ha llegado el momento de generar una producción de calor, más económica y respetuosa con el medio ambiente, desde un dispositivo reactor que ocupa poco espacio y del que saldrá calor canalizado, o bien, en forma de vapor húmedo o vapor seco según las necesidades de los equipos que se deban alimentar: calderas, turbinas.
Antes de la salida a mercado han sido llamados científicos cualificados para que comprobaran como salía de la unidad una considerable cantidad de Kw sin utilizar productos químicos, dado que el consumo de hidrógeno era tan bajo que no podía ser medido.
Durante el experimento, no fue detectada ninguna forma de radiación. Esto fue verificado antes y después, antes del encendido del aparato, fue medida la intensidad de la radiación emitida por aquella parte del aparato donde el proceso de fusión nuclear fría se produce.
No fue encontrada ninguna diferencia significativa en la actividad medida entre el aparato en condición «de reposo» y aquella medida en la modalidad de «funcionamiento».
Este resultado entra en conflicto con los actuales conocimientos teóricos y experimentales sobre los procesos de fusión nuclear y las interacciones entre radiación y materia, sobre la base de las cuales una determinada radiación en exceso debe ser necesariamente emitida: esta radiación, saliendo del aparato, debería poder ser detectada.
Los científicos que intervinieron observaron la ausencia de emisiones detectables de rayos gamma como efecto de un escudo de plomo, necesario para resguardarse de la nocividad de aquellas radiaciones para la salud humana.
El reactor de fusión fría y aparatos similares son actualmente objeto de varias tentativas de retroingeniería por parte de grandes grupos industriales o nacionales, privados y públicos, además de comunidades de aficionados de la ciencia.
¿Cómo se evita el recalentamiento del reactor?
Mediante campos magnéticos vorticiales que confinan bolas de plasma para distribuir más la energía y, de esta forma, consigue contener el plasma en un habitáculo cerrado sin concentrar el calor en un punto para evitar que se rompa el reactor.
La reacción que se produce con el metal está ralentizada, para evitar la radiación que podría salir de allí.
Otro aspecto ingenioso ha sido suministrar la energía por pulsos discontinuos para reducir la concentración de calor que pudiera romper el reactor junto con aceite o agua para enfriar la unidad. Teniendo control de la energía que se suministrará en forma térmica para entregar calor. Libera 22 kW de energía térmica y consume solo 380 vatios de energía eléctrica.
No se vende el Reactor, el cliente paga por el kWh de energía térmica utilizada, como se hace con la electricidad. Por lo tanto, los clientes están a salvo de una posible estafa.
Ya ha sido demostrado que se podía fusionar átomos de níquel con hidrógeno para crear cobre delante de científicos independientes y experimentados, que comprobaron y realizaron mediciones de liberación de energía. Estos científicos redactaron un informe donde indicaban que la energía liberada del experimento era mucho más alta de lo que cabría esperar de las reacciones químicas. Presentando el residuo de cobre resultante con proporciones isotópicas coincidentes con ese metal en estado natural.
En 2014, los investigadores de dos universidades pudieron dar cuenta de las mediciones después de 32 días funcionando ininterrumpidamente para demostrar que no tenía baterías eléctricas ocultas. La energía total obtenida fue de 1,5 megavatios-hora, que no se puede obtener usando cualquier fuente química dentro del reducido volumen del reactor. Y la composición del polvo de níquel mutó. La energía del polvo desde el reactor estaría en el orden de 150.000 veces mayor que el de la gasolina, para el mismo Volumen.
Dicha densidad de energía es demasiado alta para que sea energía química, por eso hablamos de reacciones nucleares de baja energía.
Y, lo que es particularmente notable es el hecho de que estas reacciones nucleares no emiten radiactividad fuera del reactor, y que el polvo metálico no es radiactivo (sin residuos radiactivos). Por lo tanto, es una energía extremadamente limpia, sin gases de efecto invernadero o emisiones contaminantes, cuyos combustibles son muy abundantes y baratos. Y el níquel no se consume, solo cambia su relación isotópica. Puede usarse para fabricar acero inoxidable después de su uso en el reactor.
El impresionante rendimiento del reactor
El reactor y la electrónica de control están contenidos en una caja de 40 cm de ancho, 45 cm de profundidad y 93 cm de altura. La potencia es de 22 kW continua, 24/24 y el peso de 9.1 kg. Al poner 10 reactores en paralelo se puede proporcionar más de 200 kW de calefacción. Dos tubos en la parte superior del reactor, se utilizan para entrar y salir del fluido que se calienta. El consumo de energía del Reactor es de 380 vatios, lo que da un COP de 57. Sin embargo, la gran mayoría del consumo de electricidad es para enfriar la electrónica y el panel de control. El propio reactor solo consume 0.08 mW, su COP sería de hecho 22 kW dividido por 0.08 mW. Una vez iniciada, la reacción es prácticamente autosuficiente.
Actualmente, un solo reactor, que consume 380 vatios, calienta un edificio de 914 m2 por 4 metros de altura a 16 ° C, con una temperatura exterior de 0 ° C, durante más de 2 meses.
Un detector de neutrones y un instrumento de medición para radiaciones ionizantes muestran continuamente que no hay radiación nuclear por encima del ruido de fondo habitual.
El corazón de este nuevo tipo de reactor es un cilindro hueco transparente de 10 cm de altura y 10 cm de diámetro que contiene una mezcla de gases. Una descarga controlada produce un Plasma en el centro, cuya temperatura máxima alcanza más de 8.000 ° C , verificada con un espectrómetro. La mayor parte del espectro está en el rango ultravioleta, y el brillo del plasma es tan intenso que tiene que usar un filtro protector para mirarlo. No se da la composición del gas ni su presión. El plasma está controlado por pulsos eléctricos cuadrados cuyos parámetros ajustan la potencia, gracias a un termostato. Un reactor ya ha sido puesto en funcionamiento durante un año sin haber sido recargado el «combustible».
Lo que se sabe es que los primeros reactores hasta 2016, consistían en pequeños cilindros llenos de polvo de níquel en su mayor parte, aluminio, litio, hidrógeno, hierro, Carbono y oxígeno, según los análisis de los investigadores que llevaron a cabo el informe. La estequiometría de los elementos Al, Li y H, de nuevo según esta relación, es compatible con el hidruro de litio y aluminio (LiAlH4) que se utiliza, entre otros, para almacenar hidrógeno y liberarlo cuando se calienta. También es por calentamiento de los cilindros que se inició la reacción.
Además, el níquel solo se usará como catalizador y que la reacción principal que conduce a la liberación de energía implica Hidrógeno y Litio . Habría fusión entre los núcleos de estos dos átomos para dar berilio 8, que se desintegra en dos núcleos de helio y energía liberada en forma de calor.
Modelo de Negocio
La empresa no tiene la intención de vender los reactores, pero sí el calor que producen. Por lo tanto, no habría un desembolso inicial del cliente para la adquisición del reactor. Que pagaría la cantidad de kWh consumido de calor, como se hace para la electricidad, y pagaría una factura mensual sustancialmente menos de lo que pagaría cualquier otra fuente (electricidad, gas natural, propano, combustible para calefacción … ). El precio máximo se establece en un 15% por debajo del precio de la competencia y es negociable a la baja para los grandes consumidores de calor.
Ahora existe la oportunidad de utilizar una tecnología con un reactor que genera energía, en forma de calor, fusionando hidrógeno y níquel.
Solicite más información sobre las Condiciones del Servicio pues no se vende se entrega calor a un precio más bajo del coste de su combustible o materia que emplee para lograr energía en su caldera o turbina.