El niobio está siendo investigado como supercondensador para wearables.
Los dispositivos móviles cada vez son más pequeños y tienen más capacidad de procesamiento. Pero claro, todo ello requiere de una gran cantidad de energía. Las últimas investigaciones del MIT Massachussets Institute of Technology apuntan a un nuevo material como principal componente como supercondensador y, en consecuencia, de minibaterías. Este material es el niobio, que presenta mejores perspectivas incluso que el grafeno. Los investigadores han desarrollado un hilo de este material que será la clave para crear supercondensadores más potentes y eficientes, con mayor conectividad que los basados en el carbono, como el grafeno. Las soluciones basadas en el carbono, además, tienen otro inconveniente: no tienen tanta conductividad eléctrica como el niobio, por lo que no pueden dar el aporte de energía necesario. Otra ventaja del niobio, según los investigadores, está en el precio. El niobio, explican, es un material más económico y abundante por lo que los gastos de fabricación de este tipo de supercondensadores serán bajos.
El niobio tiene una capacidad de conducción eléctrica cien veces superior a la de los aparatos de carbono, además es más resistente y puede almacenar cinco veces más energía en el mismo espacio que los de carbono. Otra ventaja es que el niobio es flexible, por lo que puede tejerse en las prendas y dar servicio a los nuevos aparatos ponibles, que ya tienen la vista puesta en las prendas de vestir inteligentes (wearables).
Extruido en forma de pequeñas hebras, nanotubos, este material de nanotubos trenzados ha mostrado una gran capacidad de almacenar y liberar energía rápidamente. Esta particular estructura trenzada le confiere una gran resistencia y maleabilidad, por lo que puede ser incluso utilizado para incluir electrónica en elementos de vestir, más conocidos como elementos wearables. El gran problema de los wearables es siempre la energía. ¿Cuánto pueden aguantar las baterías y cuánto pico de energía pueden proporcionar?. Que son al final dos variables totalmente distintas: hace falta energía a largo plazo para que el aparato funcione en espera y la capacidad de reunir y lanzar mayores cantidades de energía cuando se necesite por un corto espacio de tiempo. Por ejemplo, para mandar los datos que recopila una pulsera inteligente.
Además de trabajar en baterías más pequeñas y potentes, la vista está puesta en los supercondensadores, que pueden aportar un plus de energía cuando sea necesario para complementar el aporte de la batería.
El niobio presenta un elevado punto de fusión (2.500º), que lo hace ideal para soportar elevadas cargas de trabajo sin fundirse. En el momento que se produzca a escala industrial, puede aplicarse a una batería de moto con niobio en la cual su estructura tendrá una densidad energética mucho más elevada que el litio y cualquiera de las otras combinaciones utilizadas actualmente. Las motos eléctricas de 300 kilómetros de autonomía parecen cada vez más cerca.