Las baterías de zinc-aire cada vez más eficientes que las de ion-litio. La saturación de noticias acerca del futuro de las baterías nos hace perder la perspectiva a las mejoras más cercanas al mercado. El ruido causado por el grafeno es tal que sólo prestamos atención a las baterías para quejarnos de su durabilidad o para apreciar evoluciones palpables, como la de las distintas cargas rápidas.
Sin embargo, los científicos siguen tratando de hacer que este sector, en ocasiones aparentemente estancado, siga avanzando conforme requiere la propia tecnología que depende de su alimentación. Uno de ellos, el Profesor Yuan Chen, hace unos años descubrió como cambiar una tecnología ya existente y acercarla a los móviles. Las baterías de zinc-aire son más baratas de recargar hoy que ayer.
Al menos es lo que anunciaba el Profesor Chen en el año 2017, en un paper en el que afirmaba haber descubierto un nuevo sistema para recargar las baterías de zinc-aire y, por ende, abaratar el proceso. O lo que es lo mismo: las acercaría a los teléfonos móviles.
Las baterías de zinc-aire son bastante más baratas de producir que las actuales de litio, tanto las de iones como las de polímero, por la sencilla razón de que hay más concentración de zinc en la naturaleza que de litio, y que disponemos de tanto aire como sea necesario para componer las mencionadas baterías. Esto, unido a que son más seguras y más eficientes las hace idóneas para teléfonos móviles, baterias de vehículos y otros dispositivos de la actualidad.
Mientras los avances en las baterías de litio continúan ofreciendo mejoras tanto en aspectos como la capacidad, la auténtica revolución en las baterías, y por lo tanto en los coches eléctricos, puede venir de la mano de la tecnología del zinc-aire.
Dos aspectos que ya han logrado solucionar
Se trata de una opción atractiva por su bajo precio y su gran capacidad. El gran reto hasta ahora de los desarrolladores era lograr que además de ser recargables, requisito indispensable, que fuesen también duraderas.
La nueva batería que utiliza el zinc-aire, y que se postula como una alternativa muy interesante al litio convencional, sobre todo a nivel de seguridad, al prescindir de líquido en su composición, como sobre todo por lograr eliminar de su composición los costosos minerales que forman las baterías convencionales, dando como resultado un sistema mucho más sencillo y económico.
Se ha comprobado a fondo durante 6 años su rendimiento, como el impacto que tendrá su uso en sistemas en zonas con problemas de acceso a la red eléctrica, donde se podrá sacar el máximo partido a las fuentes renovables.
Gracias a su importante densidad energética, por ejemplo los 700 Wh/kg logrado hace ya siete años. Un pequeño pack será capaz de ofrecer amplias autonomías a los coches eléctricos, y también un respaldo en aplicaciones como el respaldo residencial que en las pruebas realizadas ofrecía hasta 72 horas de electricidad a una vivienda media.
Su aplicación puede ser tanto de respaldo para micro-redes eléctricas, como también para aplicaciones de transporte, como los coches eléctricos, autobuses, tranvías, e incluso los responsables del proyecto indican que se podrá escalar para usarlo en motos eléctricas. Y todo gracias a su sencillez que supone el uso de unos pocos materiales, como el plástico de la carcasa, un circuito, y óxido de zinc. Y todo en un tamaño compacto.
El descubrimiento de permitir que el zinc retenga su carga durante períodos prolongados de tiempo, así como también repite el ciclo de carga y descarga durante más de 1.000 ciclos repetidos sin deterioro. Es decir, una batería de 60MWh te duraría 400.000Km en perfecto estado. Con esta tecnología zinc aire las baterias no se recalientan, no tienen electrolito que explote o no se le incorpora electrolito. Y el precio es más económico, con materiales reciclables y no contaminantes, descargas de hasta 2.000 ciclos, y algunas celdas 30.000 ciclos,..
Gracias a esto las baterías no necesitarán sistema de refrigeración, lo que además de facilitar su instalación en prácticamente cualquier espacio, también permite reducir su coste.