Se trata de un dispositivo que se coloca en el techo del automóvil, y que emite una luz intermitente 360º que debe ser visible desde un kilómetro de distancia, incluso en condiciones de poca visibilidad y con temperaturas de entre -10 y 50 grados centígrados. El dispositivo tiene que mantenerse encendido al menos 30 minutos seguidos gracias a una batería con una vida útil de 18 meses como poco.
Solo servirán las conectadas

Su llegada busca acabar con las decenas de atropellos que se han venido produciendo cada año cuando un conductor se baja a colocar los triángulos y por eso, desde julio 2021, se ha permitido su uso. También para evitar la locura que se produjo, por falta de abastecimiento, cuando los triángulos se introdujeron en 1999.
A partir de enero de 2026, solo podrán usarse las balizas V16 conectadas, de forma que, al activarse, lancen un mensaje a la plataforma DGT 3.0. Esto permitirá transmitir su ubicación en tiempo real a los servicios de emergencia y avisar a otros usuarios del peligro que tienen más adelante. Por ahora, a través de los paneles informativos.
Tráfico dispone en su web de un listado de aquellos que están homologados y conectados. Se va actualizando de forma progresiva .
Y si bien se evita el peligro que supone bajarnos a colocar los triángulos, también hay que insistir es que, una vez activada la baliza, lo mejor es abandonar el vehículo y alejarnos a una zona segura.
Al ser un dispositivo conectado, se podrá avisar con antelación a los otros conductores.
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