Será Alemania quién lidere las energías renovables y sostenibles en los próximos años, siendo España uno de los lugares de Europa más idóneo para este reto en el liderazgo de la energía solar fotovoltaica y eólica. Los alemanes se han propuesto como objetivo abandonar el uso de las plantas nucleares de forma gradual.
En 2011, tras el accidente nuclear de Fukushima, en Japón, el parlamento alemán aprobó el proyecto Energiewende (Transición Energética) que ha dado resultados sorprendentes, porque incluso supera la potencia de la energía nuclear.
Tras décadas de utilizar energía nuclear, Alemania ha superado su capacidad de producción eléctrica gracias a esta transición energética. Y es que actualmente la energía solar fotovoltaica y la eólica se han convertido en los pilares de su transformación.
Por ejemplo, en dos días las plantas de energía solar fotovoltaica alcanzaron los 22 000 MWh (millón de vatios-hora), esto equivale a veinte centrales nucleares.
Al respecto, la Asociación Alemana de Agua y Energía reportó que la energía eólica y solar duplica lo que genera la energía nuclear. Para el 2022 se espera abandonar definitivamente la energía nuclear, gas natural, el carbón y el petróleo.
Y de esta manera buscar la protección del medio ambiente, costos asequibles para la población alemana y la seguridad energética del país.
Objetivos
En 2050, tras dejar completamente la energía nuclear y de origen fósil, se tiene planeado producir un 80 por ciento de energía renovable.
En 2020 se generará un 35 por ciento, en el 2030 un 50 por ciento y para el 2040 un 65 por ciento de energía renovable.
En 2020 se planea reducir el consumo energético en 10 por ciento, para llegar al 25 por ciento en 2050.
Otro país que sigue los pasos de Alemania en convertirse en una potencia mundial de energía renovable eólica es Perú. Tiene una excelente capacidad de generación de viento.
Toda la franja de costa del Perú tiene suficientes recursos eólicos para generar energía.
La energía eólica genera electricidad mediante grandes molinos que utilizan la fuerza del viento para accionar generadores de energía con recursos naturales renovables y que no contaminan el medioambiente.