Una bacteria que respira uranio puede ser la solución para la limpieza de las aguas subterráneas contaminadas que se localizan en lugares donde el uranio se emplea para fabricar armas nucleares.
La bacteria es capaz de respirar uranio y oxígeno y permitir así las reacciones químicas que proporcionan la energía necesaria para albergar la vida en aguas contaminadas. Una cepa de bacteria que ‘respira’ uranio puede ser la clave para la limpieza de aguas subterráneas contaminadas en los sitios donde el mineral de uranio se procesa para fabricar armas nucleares.
Un equipo de científicos y colaboradores de la Universidad de Rutgers descubrió la bacteria en el suelo de un antiguo molino de mineral de uranio en Colorado. El sitio es uno de nueve de estos molinos en Colorado utilizados durante el apogeo de la producción de armas nucleares.
La investigación es parte de un programa del Departamento de Energía de EE.UU. para ver si los microorganismos pueden acumular uranio lixiviado en el suelo hace años y hacer que el agua de pozo en la zona sea segura para beber.
El descubrimiento del equipo, es el primer caso conocido en que los científicos han encontrado una bacteria de una clase común conocida como Betaprotobacteria que respira uranio. Esta bacteria puede respirar oxígeno o uranio para conducir las reacciones químicas que proporcionan energía que da vida.
La bacteria, conocida como Betaprotobacteria, representa el primer caso de una bacteria encontrada por científicos que respira uranio. La función que cumple se basa en interactuar con los compuestos de uranio que se encuentran en el agua, llegando incluso a paralizarlos, de manera que el uranio se queda inmóvil.
“Después de que las bacterias recién descubiertos interactúan con los compuestos de uranio en el agua, el uranio se hace inmóvil”, dijo Lee Kerkhof, profesor de Ciencias Marinas y Costeras en la Escuela de Ciencias Ambientales y Biológicas. “Ya no se disuelve en el agua subterránea y por lo tanto no puede contaminar el agua potable traída a la superficie”, explica.
Respirar uranio es bastante raro en el mundo microbiano. La mayoría de los ejemplos de bacterias que pueden respirar uranio no pueden respirar oxígeno, pero a menudo respiran compuestos basados en metales, típicamente formas de hierro sólido.
La reacción química que las bacterias realizan sobre el uranio es un proceso común conocido como “reducción”, o el acto de aceptación de electrones, Kerkhof dijo que sigue siendo un misterio cómo el uranio reducido producido por este microorganismo se comporta en última instancia en el entorno del subsuelo.
“Parece que se forman nanopartículas de uranio”, dijo, pero la mineralogía todavía no es muy conocida y será el tema de una investigación en curso.
La utilidad de esta bacteria puede servir de ayuda en zonas actuales de conflicto como es Oriente Medio, donde predomina una gran cantidad de uranio empobrecido y cuyas aguas subterráneas podrían estar expuestas a altos niveles de uranio.